Isaías 41:10 (NVI)- Así que no temas, porque yo estoy contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa.
Algunos de ustedes pueden recordar cuando eran niños, cuando sus amigos, hermanos mayores o incluso sus padres querían meterle miedo y te dijeron que temían que el monstruo te iba a el atrapar". ¿Alguno de ustedes conocen al monstruo? En ingles lo llamaban el Boogeyman. Este nombre se define como una alusión común a una criatura mítica en muchas culturas utilizada por los adultos para asustar a los niños a un buen comportamiento.
¿Tienes algún miedo? Cuanto más miro la pequeña lista de cosas que temo, más valor tengo para enfrentarlo. Creo que esta "cosa de miedo" está diseñada para mantenernos en fuga. Huir de nuestro destino, huir de la verdad o huir de cosas que no son reales. El miedo a veces se describe como expresiones falsas que parecen reales. Aparentemente, el medio nos impide enfrentar nuestra realidad. ¿Cuántos de ustedes están permitiendo que el miedo los mantenga lejos de la confrontación, de vivir su propósito, de enmendar una amistad o una relación?
El versículo de hoy es un recordatorio de que no temas, porque Dios esta contigo; no te angusties, porque yo soy tu Dios. Te fortaleceré y te ayudaré; te sostendré con mi diestra victoriosa. Si Dios está contigo, ¿quién puede estar en contra de ti? Mientras tomas tiempo hoy para escribir todos tus temores, les aliento a reflexionar sobre esta promesa de Dios.
Querido padre,
Gracias por el recordatorio de no tener miedo, de que estás conmigo; de no angustiarme, porque eres mi Dios. Que me daras fortaleza y me ayudaras; me sostendras con tu diestra victoriosa.
Rezo para que todos sus hijos recuerden que no tengan miedo, que siempre estas con ellos. De no desanimarse, que los fortaleceras y los ayudaras. Que los mantendrás con tu diestra victoriosa. Que caminen con fe y no con miedo. Pido esto en el nombre de tu hijo Jesús. ¡Amén!