Efacios 4:23-24 (NIV)- ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad.
Nuestros pensamientos son poderosos. Ellos dictan si tendremos un día bueno o malo. Al prestar atención a mis pensamientos, es interesante observar que nuestros pensamientos se desencadenan principalmente por factores externos a lo que sucede internamente. Sin embargo, estos factores externos comienzan a afectar nuestro ser interno. Marco Aurelio dijo: "El alma se teñe con los colores de sus pensamientos. ¿Puedes imaginarte que tus pensamientos tienen un impacto en tu alma?
Nuestros pensamientos afectan tanto si somos felices, tenemos miedo, nos enojamos, estamos celosos, tenemos pensamientos lujuriosos y demasiadas otras emociones para mencionar. ¿Qué pasa si decides tomar el control de los muchos pensamientos que vuelan por tu cabeza? Para tomar una decisión, no dejarás que tus pensamientos se vuelvan locos. Usted toma la decisión de hacerse cargo de sus pensamientos. Mahatma Ghandi dijo que sus creencias se convierten en sus pensamientos, sus pensamientos se convierten en sus palabras, sus palabras se convierten en sus acciones, sus acciones se convierten en sus hábitos, sus hábitos se convierten en sus valores, sus valores se convierten en su destino. ¿Deberían tus pensamientos convertirse en tus valores y tu destino?
El versículo de hoy es un recordatorio de ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad. ¿Cuál es su elección, ponerse lo nuevo, creado para ser como Dios en la verdadera rectitud y santidad o continuar dejando que sus pensamientos se vuelven locos? La decisión es tuya.
Querido Padre,
Gracias por el recordatorio de que me has dado el poder de hacer nueva la actitud de mi mente. Para renovarme a lo que me haz creado, para ser como tú en la verdadera justicia y santidad. Rezo para que todos tus hijos acepten el poder que les haz dado de ser renovados en la actitud de su mente; y ponerse el ropaje de la nueva naturaleza, creada a imagen de Dios, en verdadera justicia y santidad. Pido esto en el nombre de tu hijo Jesús. ¡Amén!
Ilka V. Chavez
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