Feliz miercoles!
1 Pedro 3:3-4 (NVI) - Que la belleza de ustedes no sea la externa, que consiste en adornos tales como peinados ostentosos, joyas de oro y vestidos lujosos. Que su belleza sea más bien la incorruptible, la que procede de lo íntimo del corazón y consiste en un espíritu suave y apacible. Esta sí que tiene mucho valor delante de Dios.
Muchos de ustedes pueden haber escuchado este dicho "La belleza está en el ojo del espectador". Pensé en cómo Dios usa la naturaleza para susurrarnos, enseñarnos y alimentarnos. Lo usa para mostrarnos muchos colores que la vida tiene para ofrecer, para enseñarnos que la vida tiene estaciones, y la usa para cultivar la cosecha que comemos.
Qué abundancia ha provisto Dios a través de la naturaleza. Cuando te cuesta ver la belleza que Dios ha provisto a través de ti y en torno a ti, recuerda todo lo que él permite que se desarrolle justo en medio de ti. No le cuesta nada experimentar esta belleza. ¿Qué pasa si te digo que la misma belleza que ves a través de la naturaleza, Dios ve en ti?
El versículo de hoy es un recordatorio de que tu belleza no debe provenir de adornos exteriores, como peinados elaborados y el uso de joyas de oro o ropa fina. Más bien, debería ser el de su yo interior, la belleza indescriptible de un espíritu apacible y callado, que es de gran valor a los ojos de Dios. Te animo a leer 1 Pedro 3.
Querido Dios,
Gracias por el recordatorio de que mi belleza no debe venir de un adorno exterior. Debería ser de mi ser interior. Lo mismo que mi felicidad que proviene de mi ser interior. Rezo para que todos tus hijos vean que la belleza proviene de su ser interior y no de los adornos externos. Te pido esto en el nombre de tu hijo Jesús. ¡Amén!