Gálatas 6: 5: Porque somos responsables de nuestra propia conducta.
Es difícil aceptar la culpa. Es más fácil culpar a los demás o a otra cosa para que se sienta justificado. Es un mecanismo de defensa para evitar tener que lidiar honestamente con sus errores, desorden, o la parte que jugó en una situación. Es fácil caer en la culpa de ti a otro. Estoy seguro de que muchos de ustedes están familiarizados con culpar al perro por comer su tarea, algunos de ustedes pueden estar familiarizados con culpar a su hermano por comer la última galleta en la despensa, o culpar al tráfico por llegar tarde a una cita. Si solo saliera de casa 30 minutos mas temprano, llegaria a tiempo. Soy la primera en decir, culpable.
Llega un momento en su vida en el que debe asumir la responsabilidad de sus acciones. Un momento para dejar de habilitar a otros en lo que llamo "The Baile de la culpa" porque no quieres aceptar el papel que jugaste en la situación. Me pregunto, ¿estamos condicionados a transferir la culpa? Parece que es natural y aceptable que el baile de la culpa es habilitado en lugar de desactivado. Me pregunto qué tan diferente sería este mundo si en vez de abrrazar "el baile de la culpa" buscamos perdonar y sanar? La madurez enseña que nadie gana jugando el juego de la culpa alias el baile de la culpa.
El versículo de hoy es un recordatorio de que todos somos responsables de nuestra propia conducta. Hoy te animo a que prestes atención a los momentos en que haces un esfuerzo consciente de perdonar y sanar en lugar de señalar con el dedo. Déjame saber cómo te va con este ejercicio.
Querido padre,
Gracias por el recordatorio de que somos responsables de nuestra conducta. Rezo para que se les recuerde a todos sus hijos que ellos son los responsables de su propia acción. Pregunto esto en el nombre de tu hijo Jesús. ¡Amén!
Ilka V. Chavez
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